Con el poder de Su Palabra

Templo Auditorio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en adoración durante "La Hora del Poder". Cada sábado, alrededor de 70 personas se reúnen antes de la Escuela Sabática para buscar a Dios mediante la lectura de la Biblia y la oración.

Los miembros de la Iglesia Adventista "Templo Auditorio", en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se apresuran para asistir al programa de Ministerios de la Familia a las 8:00 AM como cada sábado. Se reúnen para "La Hora del Poder", un programa espiritual rico en cantos y oración.

Una vez allí, los hermanos leen dos capítulos de la Biblia como parte de un plan de lecturas seleccionadas y comparten testimonios que enfatizan las bendiciones que la lectura les ha dejado. Cuando el programa está a punto de concluir, nadie se levanta porque lo mejor está por venir: una familia se ha de llevar la Biblia de la iglesia al hogar.

Tras ser elegidos para el nuevo año religioso, los líderes de los Ministerios de la Familia en el Templo Auditorio decidieron intentar algo nuevo. Se les ocurrió el plan "Con el poder de Su Palabra", que dio inicio el 2 de octubre de 2010. El objetivo principal era promover el estudio de la Biblia y la conexión con Dios mediante la oración como la base para el reavivamiento espiritual en la iglesia.

El proyecto involucra a las familias de la iglesia en la lectura de dos capítulos de la Biblia durante los días de la semana y dos más durante "La Hora del Poder". Otras actividades que contribuyen a los propósitos del plan son un retiro espiritual con todas las familias de la iglesia, seminarios para parejas, y seminarios bíblicos donde se escudriñan los capítulos estudiados en el lapso de dos meses.

"Compramos una Biblia grande para hacerla circular entre las familias de la iglesia y, cuando lanzamos el proyecto, invitamos a cualquier familia a que se llevara la Biblia a casa y leyera dos capítulos diarios de ella", dice el Profesor Israel Jiménez, Director de los Ministerios de la Familia en el Templo Auditorio. "Tras cuatro meses de puesto en marcha el plan, cada sábado que preguntamos qué familia quiere llevar la Biblia, hay entre cuatro y cinco familias que la quieren", sonríe Jiménez.

Cuando se ha seleccionado la familia que llevará la Biblia, pasan al frente para recibirla. Allí, ante los miembros de la iglesia, la familia hace públicas sus peticiones por las que la iglesia estará orando durante la semana. Al siguiente sábado, durante "La Hora del Poder", la familia devolverá la Biblia y compartirá las bendiciones cosechadas durante la semana como resultado de haber leído la Biblia en casa.

"Hemos visto ocurrir cosas maravillosas en nuestra iglesia", dice el Profesor Jiménez. Y añade, "por ejemplo, una niña se apegó tanto a la Biblia que no quiso que sus papás la devolvieran al siguiente sábado, o un padre que con lágrimas agradece a Dios mientras narra cómo el Señor triplicó sus ingresos porque la familia decidió comenzar el día leyendo la Biblia".