Pastor Mark Finley, vicepresidente de la Asociación General y evangelista internacional, dirigiéndose al público reunido en el Salón Gran Versalles, en Mérida, Yucatán.
El traductor y también vicepresidente de la Asociación General, Pastor Armando Miranda, en una de sus participaciones musicales.
Aspecto de los intereses que respondían a los llamados al bautismo suscitados durante la campaña evangelística "Dilo al mundo, aún hay esperanza", en Mérida, Yucatán.
Durante esos primeros días de la semana de predicación, básicamente todas las iglesias de la ciudad estuvieron ofreciendo campañas evangelísticas. En algunas de ellas, incluso, se invitó a predicadores adventistas de otras ciudades. La idea era cerrar el ciclo de trabajo que había iniciado semanas atrás con las actividades de testificación de las células dinámicas mediante sus campañas de barrio y, posteriormente, afirmar esos intereses en las campañas públicas de las iglesias para llevarlos a la campaña grande y se pudieran bautizar.
En un solo recinto pero en dos turnos, el Pastor Mark Finley predicaba ayudado por la traducción del Pastor Armando Miranda, también vicepresidente de la Asociación General, a un auditorio combinado de unas 2,300 personas. Su predicación se centraba alrededor del tema: "Dilo al mundo, aún hay esperanza", un tema relevante dada la gran procura de esperanza que hay en la sociedad moderna.
Con todo, tanto en la campaña de Cancún como en esta de Mérida, el público beneficiado se extendió debido al uso de las tecnologías de la comunicación. Gracias a la participación de jóvenes de diversas agrupaciones y del Centro de Producción de la Unión del Sur, la señal de video de las campañas se pudo ver en tiempo real en la Internet. Además, mediante ministerios radiales por Internet se difundieron estos esfuerzos aún más. En Cancún, hubo momentos en que había cerca de 230 personas conectadas. Pero hubo muchas personas más que estuvieron siguiendo este programa dado que las radios por FM de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, también estaban enviándolo al aire.
Las metas estratégicas de la Unión del Sur no contemplan solamente el agregar nuevos miembros a nuestras congregaciones. En realidad, se persigue un trabajo integral caracterizado por la consagración espiritual de los miembros, el involucramiento masivo en la testificación, el uso de las tecnologías en la evangelización, y el desarrollo de las células dinámicas. Vemos que estas campañas públicas masivas son la punta de toda una pirámide de esfuerzos que, sin duda, se ven coronados con grandes ganancias espirituales.
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