En el sur de México, el plan consistía en repartir 108,000 cenas mediante el involucramiento de 200,000 voluntarios. A la vez, se pretendía impactar a la comunidad con programas religiosos novedosos que incluían cantos y reflexiones acerca de la bondad, junto con la entrega de folletos que presentaran a Jesús como Salvador.
En la región norte de Chiapas solamente se entregaron 15,900 cenas. Este proyecto involucró a todos los clubes y organismos JA del campo, asimismo hubo miembros adultos entre hombres y mujeres. Todos en conjunto sumaron unos cinco mil miembros de iglesia comprometidos con aliviar el dolor ajeno y proveer alimentación, siquiera por un día. El testimonio de lo sucedido en poblaciones como Pichucalco y Tapilula, Chiapas, es nada menos que alentador.
"Se vio claramente cómo la iglesia se entregó, no escatimó recursos para reunir los alimentos", dijo el Pastor Eloy Pérez, Director de Jóvenes del Norte de Chiapas. "Cuando presentamos un proyecto de amor, la iglesia acepta. Y es un gusto y un gran beneficio el dar", concluyó el Pastor Eloy.
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