Jornada de la Bondad en Yucatán

Pastor Benjamín Carballo, Director de Jóvenes de la Unión del Sur de México, entregando una cena en Yucatán.

Pastor Avirán Ramírez, Presidente de la Asociación del Mayab, colaborando en la Jornada de la Bondad y la Compasión, en Mérida.

¡La cena está servida! Ésta y otras frases, acompañadas de una sonrisa, fueron la expresión constante durante la II Jornada de la Bondad y la Compasión celebrada en el territorio de la Asociación del Mayab. Jóvenes y señoritas de este campo extendían la invitación y cientos de comensales pasaban por su cajita de alimentos. Los primeros en hacerlo fueron los niños, quienes abrían sus manos para recibir la tan anhelada cena. De igual forma, se daba prioridad a las personas de edad avanzada y a los que tenían alguna discapacidad.

Los rostros de las personas cambiaban de una expresión seria y cohibida a un rostro iluminado, no por el contenido de la caja, sino por las palabras de esperanza, amor y consuelo que cada uno de los participantes en este acto de bondad expresaba. La música, las poesías y los mensajes especiales fueron el alimento que preparó el momento para la cena.

Así fue el ambiente que reinó en todos los parques, salones y lugares públicos donde la gente más necesitada acudía por una de las más de 16,000 cenas que repartieron nuestros jóvenes en el territorio de la citada asociación. La mayoría de estas cenas fueron entregadas en comunidades donde hay gran necesidad y carencias. Un ejemplo de ello fue la comunidad de Yaxché de Peón, Yucatán, donde el Pastor Avirán Ramírez, Presidente de la Asociación, dio inicio a esta actividad e invitó a los asistentes a demostrar su amor al prójimo con actos que glorifiquen el nombre de Dios.

Aventureros, Conquistadores, Guías Mayores, y hombres y mujeres adventistas de los diferentes ministerios fueron las manos operativa que con horas de anticipación prepararon los alimentos y armaron las cajitas para hacer realidad que miles de personas pudieran disfrutar de un alimento que, en su planificación y preparación llevó tiempo, en su entrega un sólo momento, pero en el recuerdo de quien la recibió, durará para siempre.