Algunos de los 18 graduados de primaria y secundaria mediante el programa de educación para adultos auspiciado por las damas adventistas de Mérida, Yucatán. En presencia de autoridades del INEA, se entregaron los certificados que acreditan los estudios cursados.
Dos graduadas oyendo atentamente uno de los mensajes dados en la ceremonia de graduación y entrega de documentos del Programa de Alfabetización y Educación para Adultos. La Iglesia Adventista en Mérida llevó a efecto esta ceremonia en el marco del día internacional de la alfabetización.
Como parte de su servicio a la comunidad, la Iglesia Adventista del Séptimo Día de la ciudad de Mérida, Yucatán, impartió asesorías para que más 80 personas terminaran estudios de primaria o secundaria en este año 2010-2011. De esos, 18 fueron graduados el 8 de septiembre de 2011 en la Iglesia Adventista "Kululkán", en Mérida, Yucatán.
Líderes del Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA) que estuvieron presentes, dieron fe del cumplimiento académico de planes y programas de estudios y entregaron la documentación que permitirá que estas personas continúen con sus metas de estudio o se incorporen con mejores posibilidades a la vida laboral.
"Desde que entré a este lugar sentí algo diferente", dijo el Lic. Lorens Gerardo Beytia Pavón, Coordinador de la Zona 12 de la Región Sur del INEA. "Venía pensando en algunos problemas, pero me inundó una gran paz. Me voy muy diferente de este lugar", agregó complacido el Lic. Beytia.
Así como él, otros de los graduados que no son miembros de la Iglesia Adventista, tuvieron la oportunidad de llevarse algo que edificó sus vidas. El Pastor Adriel Clemente, presidente de la Asociación del Mayab, exhortó a los graduados a seguir superándose con la confianza puesta en Dios, "quien es el que nos da las fuerzas y los recursos para triunfar", dijo Clemente.
En términos similares, Mary Ruth Murillo, directora del Ministerio de la Mujer de la Unión del Sur de México, desafió a los graduados "a procurar ahora la preparatoria y, por qué no, hasta una carrera universitaria".
Está comprobado que la educación mejora la calidad de vida de las personas al concederles mejores oportunidades. El programa de alfabetización realizado por las mujeres adventistas se propone hacer un impacto positivo en aquellas personas que viven en desventaja y, al mismo tiempo, testificarles del amor de Dios según se ha revelado en sus vidas.
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