La Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día ha solicitado a todas las divisiones mundiales que, a través de las uniones, se haga una encuesta que permita conocer las opiniones de los jóvenes y adultos sobre la espiritualidad de la iglesia. Estas opiniones serán utilizadas como factores de planificación y evaluación de las actividades de reavivamiento de la espiritualidad de la iglesia mundial.
En nuestra Unión, tuvimos la oportunidad de encuestar a 35 jóvenes y adultos de diversas partes de nuestro territorio mediante tres preguntas. En esta entrega hablaremos de lo que nuestros encuestados opinan sobre las cinco experiencia de vida que más los impactaron positivamente en lo espiritual cuando eran niños o jóvenes y lo que aprendieron de esas experiencias.
En primer lugar, los encuestados colocaron las organizaciones JA, incluyendo aquí los diversos clubes como Conquistadores o Guías Mayores. A decir de los encuestados, los clubes JA representan un atractivo en lo físico y social por la variedad de sus actividades. Algo especialmente apreciado de los clubes JA son los camporees. Sin embargo, se reconoce su papel formativo en lo espiritual dada la cercana relación que se establece entre los miembros del club con sus consejeros.
Otra actividad que ha servido para marcar la vida de varios encuestados es las semanas de oración. Se indica en las respuestas recibidas que la semana de oración ayuda a la toma de decisiones tanto por la poderosa predicación escuchada como por las sesiones de oración. Algunos hablan de haber decidido su rumbo en la vida gracias a la influencia de una semana de oración.
Dentro de esta lista de actividades influyentes en lo espiritual está el colportaje estudiantil. Colportar es vender literatura cristiana para ayudar a financiar los estudios. Salir a colportar representó para nuestros encuestados desafiar la zona personal de comfort, verse expuestos a situaciones nuevas y difíciles, distanciarse de quienes conocen, y hasta privarse de algunos recursos de valor. Con todo, nuestros encuestados hablan de aporte formativo en materia espiritual del colportaje porque no queda más que confiar en Dios al vivir las circunstancias impuestas por ese ministerio.
Otra actividad reconocida por su impacto espiritual son los congresos juveniles. En esta categoría pueden entrar las federaciones, campamentos de jóvenes y festivales de jóvenes. Uno de los elementos que hacen de los congresos algo espiritualmente elevador es el entrar en contacto con otros, especialmente con aquellos que no son de nuestra área. En ese mismo tono de cosas, al conocer a otros y saber de sus luchas y desafíos, que son en esencia los mismos que los nuestros, se crea un lazo que vincula y fortalece a los muchachos entre sí.
Finalmente, entre las actividades de mayor aporte a la vida espiritual de los encuestados está la educación cristiana. Tiene particular valor la educación adventista en el esquema de internados pues, según los encuestados, estar en el colegio los sumerge en una tren de vida completamente diferente. Se dice que la formación de hábitos de devoción y estudio se acentuó o, en aquellos que no los tenían, se desarrolló por haber asistido a un colegio adventista. Este dato resultó interesante porque de todos los encuestados aproximadamente la mitad estudió en algún colegio adventista. Podríamos pensar que, por haber sido la mayoría egresados de nuestros colegios, su opinión cobrara un sesgo en la suma de las respuestas.
La conclusión tentativa que podemos obtener de estos aportes es que, las actividades arriba mencionadas crean condiciones favorables para que los creyentes se encuentren con Dios, entiendan el plan de Dios para su vida, reciban capacitación para el servicio desde la perspectiva del plan de Dios, y deriven satisfacción y entusiasmo al compartir tiempo con otros que sostienen los mismos ideales.
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