lunes, 22 de agosto de 2011

Jóvenes y adultos hablan de la espiritualidad - 2



En esta segunda entrega, abordamos la pregunta hecha a los 35 encuestados de nuestra Unión del Sur de México sobre la espiritualidad en la iglesia y lo que la estimula. Esta vez, nuestros entrevistados comentaron sobre qué es lo que más aprecian de su iglesia local y mundial, y cómo contribuye eso a su vida espiritual.

Por mucho, lo que más aprecian los encuestados sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día es su organización y estructura. Comenzando con la iglesia local, la estructura se extiende hasta cubrir el mundo entero. Además, dentro de la estructura hay elementos que mantienen enlazadas los varios niveles de la iglesia, como son las lecciones de la Escuela Sabática, el Manual de la Iglesia, y los congresos mundiales. En este punto, se destacó el que las cosas se planifiquen, "que nada se haga a la carrera", dijo uno de los entrevistados.

Después, lo que se aprecia de la iglesia adventista es que su principal fundamento sean las Sagradas Escrituras en materia de doctrinas y procesos. De hecho, se observó que la misma organización y estructura de la iglesia se debe al fundamento que ofrece la Palabra de Dios. Al ser así, "se arranca de mi mente cualquier de duda que puedo tener en ella [la iglesia]", dijo un encuestado.

En tercer lugar, se valora mucho que la Iglesia Adventista sea como una familia, una comunidad fraternal. Como familia, la iglesia vive su mejor momento cuando está en armonía. Y esto es especialmente cierto cuando se está lejos de casa, pues "es hermoso saber que al llegar a una nueva congregación, allí encuentro familia. Sin importar nuestras diferencias, somos hermanos", dijo otro en sus respuestas.

Se hace mención del énfasis que la Iglesia Adventista pone en los jóvenes y menores de la iglesia. Se ve claramente que ese segmento de la iglesia es importante en las actividades que se preparan para ellos, en los materiales que se imprimen y difunden para su educación religiosa, y en la atención de quienes son responsables de la atención de los muchachos. Un joven dijo, "tenemos nuestro propio espacio y nos sentimos queridos por nuestra iglesia y nuestra junta administrativa".

Por último, los encuestados de nuestra Unión señalan que les gusta de su iglesia que se observa un sentido de dirección divina. "Puedo confiar en que, pase lo que pase, Dios dirige a su iglesia a un puerto seguro", mencionó alguien en su respuesta. En términos similares, otra persona dijo, "me agrada saber cómo el Espíritu Santo sigue guiando a la iglesia". Ese sentido de dirección se echa de ver también en la orientación de las actividades de la iglesia hacia la misión mundial dejada por Jesús. "El sentido de misión mundial me hace feliz; sé que soy parte de la predicación del evangelio dentro de mi propio alcance", añadió otro miembro de iglesia.

Al ser así, es importante que los líderes a todos los niveles luchen por conservar estos elementos que desarrollan tanto satisfacción como arraigo entre los miembros de la iglesia. Todos podemos colaborar en hacer de nuestras congregaciones sitios más amables y, a la vez, más orientados a los jóvenes. Por otro lado, es crucial que conservemos el fundamento bíblico que sostiene nuestra doctrina, estructura y procesos eclesiásticos.

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