viernes, 19 de junio de 2009

Enriqueciendo las familias, fortaleciendo las iglesias I








Por muchos años, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha impulsado un programa de apoyo familiar que incluye diversas estrategias. Para el debido impulso de esas estrategias, los campos cuentan con un Director de Vida Familiar que se coordina con los Directores de Vida Familiar de las iglesias. Las experiencias en este quinquenio han sido interesantes y apuntan a un desarrollo positivo en esta importante área de la vida eclesiástica.

En esta entrega, queremos compartir con nuestros lectores lo que hacen algunas asociaciones/misiones para fortalecer a las iglesias en el área de la vida familiar. Comenzaremos con la Asociación del Soconusco, cuyo Director de Vida Familiar con 7 años en el departamento, es el Pastor Juan Carlos González.

Este campo, con sede en la ciudad de Tapachula, Chiapas, percibe que la vida familiar es una de las áreas hacia las cuales la iglesia está abierta en estos momentos. Su principal estrategia de trabajo son los clubes de matrimonios, que suman más de 80 en toda la asociación. Algunos de esos clubes tienen una gran tradición, quizás 15 años o más, que los convierte en anclas para otros clubes y así fortalecerse mutuamente. “Nuestra mayor desafío es alcanzar a todas las iglesias, especialmente aquellas que están lejanas; o aquellas apartadas quizás por la cultura. Quisiéramos motivarlos a ellos también”, dijo el departamental.

“Algo que es interesante”, dice el Pastor González, “es la respuesta aún de los pastores solteros a esto de los clubes de matrimonios. Ellos también están entusiasmados con el asunto pues así lo hemos enfatizado en nuestra reuniones mensuales con ellos”. La base de trabajo de estos clubes es el manual de clubes de matrimonios preparado por la Unión del Sur de México. Lo han convertido en presentaciones de PowerPoint, lo han distribuido a los pastores para su uso masivo, y ha tenido mucha divulgación.

Otra cosa que hace el Departamento de Vida Familiar en el Soconusco es celebrar talleres regionales de instrucción, motivación y provisión de recursos. En esos talleres, se entrega a los asistentes un disco compacto con mucho material que incluye seminarios, sermones, programas, y otras herramientas de utilidad para que el club de matrimonios pueda trabajar. Por ejemplo, sobresale dentro de las estrategias de trabajo la que se llama “Fortaleciendo la familia”. Consiste en que cada primer viernes de mes el énfasis en la predicación sea la vida familiar. Algo similar ocurre cada tercer o cuarto sábado de mes, que es cuando cada iglesia promueve la educación familiar en el tiempo del programa de la Sociedad de Jóvenes.

Lo fuerte en el Soconusco ha sido impulsar la educación en materia de vida familiar. “Y todo esto nos ha dado resultado”, dijo el Pastor Juan Carlos. “Ha habido tal efervescencia de vida familiar que los mismos laicos han reconocido que durante muchos años no había algo como esto, gracias al Señor”. Concluye el Pastor González diciendo: “El sueño que mi esposa y yo tenemos para la vida familiar de nuestro campo es que lleguemos al punto en que las familias estén comprometidas a trabajar, el esposo, la esposa, los hijos, frente a viento y marea, por mantenerse unidos. Que pese a las crisis, ellos decidan mantenerse unidos, pues ése es el plan de Dios”.

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