viernes, 8 de abril de 2011

Donantes canadienses habilitan espacios educativos en Mérida


El Pastor Avirán Ramírez, presidente de la Asociación del Mayab, a la izquierda, acompañando al matrimonio Teichrieb durante la ceremonia de inauguración de la sala que lleva su nombre, en el Jardín de Niños del Colegio del Mayab.


El director del Colegio del Mayab, Profesor Jesús Ordaz, al micrófono, dirigiéndose al matrimonio Teichrieb durante la ceremonia donde se les honró por su generoso donativo al Colegio del Mayab, en Mérida, Yucatán.

La familia formada por Truddy y Abram Teichrieb, originarios de Vancouver, Canadá, visitaron las instalaciones del Colegio del Mayab, en Mérida, Yucatán, el pasado lunes 4 de abril del presente año para ser objeto de un reconocimiento especial. Esta familia adventista hizo un generoso donativo para favorecer el desarrollo físico de esta institución, perteneciente a la Asociación del Mayab.

En su visita al país, los Teichrieb observaron muchas necesidades y decidieron contactar a la Iglesia Adventista para prestar ayuda. En aquella ocasión, hace aproximadamente cuatro años, dejaron algunos artículos y ropa para los hermanos de Playa del Carmen, Quintana Roo. Más tarde, tras ser informados por los responsables de la entonces Asociación del Mayab, decidieron colaborar en la edificación de un templo en la misma ciudad.

Dado la buena disposición que se mostró anteriormente, los administradores del campo se pusieron de nuevo en contacto con los Teichrieb para manifestarles una sentida necesidad en el lado educativo de la iglesia, particularmente en el Colegio del Mayab. Tras reflexionar y orar en el asunto, nuestros hermanos aportaron importantes recursos para la escuela.

"Con este donativo, estamos remodelando el plantel para tener un auditorio, un nuevo espacio para cafetería, reubicar el laboratorio y habilitar una biblioteca", dijo el Contador Mario Castellanos, Director de Educación y Tesorero de la Asociación del Mayab. "Al mismo tiempo, el dinero nos permitió terminar con los acabados del jardín de niños", agregó Castellanos.

Contra toda expectativa, los Teichrieb no son millonarios. Son una familia trabajadora que ha decidido usar sus recursos para desarrollar la obra en lugares donde el Señor está detonando el crecimiento. Anteriormente habían hecho donativos a Maranatha Volunteers International, un ministerio adventista que edifica templos en países en desarollo. También sabemos que han ayudado en otros proyectos de desarrollo en Perú y África. Por fortuna, el Señor permitió que una visita de vacaciones al Caribe mexicano pusiera en contacto al matrimonio Teichrieb con esta parte de su obra.

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