Reunir poco más de 19,500 personas entre acampantes, staff y visitantes para el III Camporee Interamericano tiene sus desafíos, y uno de ellos es la preservación de la salud. Desde el momento que los acampantes comenzaron su viaje a la ciudad de México están expuestos a circunstancias que pueden desencadenar enfermedades o accidentes. Por supuesto, los líderes locales y padres de los conquistadores querrán que los niños estén bien atendidos.
Dentro de la planificación del camporee se hizo provisión de servicios médicos y dentales para beneficio de los niños y adultos. Al respecto, se instaló un hospital y cinco puntos de primeros auxilios, estos últimos en cada área de acampado: en las cuatro áreas de las uniones de México y uno en el área de las uniones extranjeras.
En el área de acampado de la Unión del Norte de México, se instaló la clínica móvil del Hospital La Carlota, de Montemorelos, Nuevo León, que provee atención de primeros auxilios y consulta externa a través de cuatro médicos y dos enfermeras. “El personal del hospital ha venido a colaborar de manera voluntaria. Sólo hemos necesitado contratar a dos personas externas”, dijo la ContadoraNancy Castillo, Directora de Recursos Humanos y Comercialización del Hospital La Carlota.
En total, los voluntarios en el área de la salud del camporee son cerca de cien personas: 20 médicos, 25 enfermeras y 50 paramédicos, organizados en varios turnos para brindar servicio todo el día. Estas 95 voluntarios, provenientes de diversas partes de la república, incluso ayudaron a conseguir y hasta donaron los medicamentos para el servicio del hospital.
El proceso de atención es como sigue: “Los pacientes llegan al puesto de atención médica de su unión donde los paramédicos los valoran. Allí se administran los primeros auxilios con la expectativa de darlos de alta. Sin embargo, cuando se requiere atención o tratamiento adicional, entonces se les canaliza al hospital donde tenemos ocho camas a nuestra disposición”, dijo el Pastor Abraham Ramírez, responsable de la comisión de atención médica del camporee.
A pesar de que el campamento recién se están instalando, ya se presentaron algunos casos. “Hemos atendido a más de 30 personas, mayormente por problemas digestivos como vómitos o diarrea, y algunos con severos dolores causados por caries”, dijo el Pastor Ramírez. Para prevenir complicaciones de salud, se han dejado recomendaciones escritas en la agenda que recibieron los acampantes. “Si queremos que los niños estén sanos y contentos, deberán tomar mucho agua, lavarse las manos constantemente, y usar su gorra para cubrirse del sol”, concluyó Ramírez.
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