Aunque a decir de las autoridades de salud en el gobierno insisten en que la epidemia de influenza humana ha ido en descenso a nivel nacional, nuevos brotes en algunos estados de la república levantan inquietudes entre los mexicanos.
Desde el día 24 de abril del presente año, todas las clases se detuvieron. Se suponía que todos los planteles educativos de enseñanza básica debían reiniciar actividades este lunes 11 de mayo, pero en por lo menos ocho estados del país se dio la contraorden y los niños tuvieron que volver a sus hogares. Entre estos estados está Jalisco, perteneciente a la Unión del Norte, y Guerrero, de la Unión Interoceánica. La mayoría de los casos de infección permanecen en la Ciudad de México.
Hasta hace pocos días, entre los cinco estados que componen el territorio de la Unión del Sur, no había casos de influenza. Ahora las cosas han cambiado y ya hay brotes en Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán. Sólo en tres estados de la república no hay casos: Campeche, Baja California Sur y Coahuila. De estos tres, Campeche es territorio de la Unión del Sur. Y de entre los que más casos tienen en nuestro territorio, está el estado de Tabasco.
Mediante llamadas telefónicas y comunicación por fax, el presidente de la Unión del Sur, Pastor David Javier Pérez, ha estado al tanto del comportamiento asnitario de nuestros campos. Podemos informar con confianza que no hay casos de adventistas infectados y que todas las escuelas de nuestro territorio se han plegado a las disposiciones de salud del gobierno, cooperando así hacia el control de este mal.
Sigue siendo necesaria la oración intercesora. Es cierto, es un problema de salud el que estamos experimentando. Pero Dios puede y desea ayudarnos a salir adelante. Es momento de levantar la mirada y alentar la esperanza en el pueblo de Dios y la sociedad en general.
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