Familia adventista en Chiapas muere acribillada

Tres miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de la comunidad El Calvario, municipio de Huixtán, Chiapas, murieron el sábado 25 de junio en camino a la iglesia al ser acribillados por unos desconocidos.

Las víctimas fueron Sebastián García Vacash, su esposa María Pérez, y su hijo Emilio García Pérez, de 14 años de edad. La hija más chica, de cinco años, también recibió impactos de bala pero milagrosamente salvó su vida cuando los cuerpos de sus familiares cayeron sobre ella y los homicidas la consideraron muerta.

"Hasta estos momentos no hay un móvil definido de este crimen", dijo el presidente de la Misión Altos de Chiapas, Pastor Adriel Clemente, al que pertenece la iglesia de El Calvario. "Se rumora entre los evangélicos de la región que puede tratarse de un caso de intolerancia religiosa, o quizás se trate de un acto de venganza dado que Sebastián fue agente municipal años atrás. Hasta estos momentos no sabemos de cierto por qué pasó esto", señaló el presidente de la Misión.

Entre tanto se aclaran los hechos, los oficiales de la Misión Altos de Chiapas están en contacto con las autoridades para saber el avance de las cosas. Afortunadamente, la policía ha sido muy cooperadora con ellos, pero aún los investigadores no son concluyentes respecto del crimen.

"Francamente estamos asombrados por estos hechos", agregó el Pastor Clemente. "La comunidad de El Calvario ha sido tranquila y amigable. En tres años que llevo como presidente no he recibido una sola queja de los pastores o laicos acerca de violencia u oposición en ese lugar", señaló el presidente de la Misión.

Los líderes de la Misión y otros simpatizantes acompañaron a los dolientes al programa fúnebre y sepelio de los hermanos muertos, el domingo 26 de junio. Por su parte, la niña que ha quedado está bajo atención médica. "La niña fue trasladada a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez", dijo el Contador Roldán Gallegos, secretario-tesorero de la Misión Altos de Chiapas. "Allí está recibiendo muy buena atención médica y sus familiares están con ella. Nosotros pasamos a verlos y están bien", comentó.

El municipio de Huixtán y otros de la región Altos de Chiapas han sido reciente escenario de disturbios sociales que asemejan un tinte de intolerancia religiosa. Se sabe de familias desplazadas que pierden propiedades y cultivos por actos de violencia, pero las razones no siempre tienen que ver con la fe de los desplazados. Aquí se entretejen la violación de derechos humanos con intereses por tierras y otros beneficios materiales, pero no siempre es claro si esto tiene un matiz religioso.

Independientemente de las razones de estos abusos, La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha jugado un papel importante en la intervención hacia las autoridades. El director de libertad religiosa de la Unión del Sur de México, Pastor César Maya, forma parte de los círculos donde se discuten estas cosas. "Junto con el presidente de la Misión Altos de Chiapas, hemos deslindado responsabilidades y requerido el apego a derecho en la impartición de justicia a favor de los afectados, no sólo adventistas sino individuos en general independientemente de su fe", dijo a este medio el Pastor Maya.

Asimismo, la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el sur de México está trabajando a otros niveles para procurar la garantía del derecho de libertad de consciencia en el estado de Chiapas y en la zona Altos de Chiapas, en particular. Tan es así que a mediados del mes de julio del presente año, el director mundial de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista, Dr. John Graz, sostendrá una serie de eventos públicos en el estado de Chiapas, para impulsar la convivencia y la hermandad entre los pueblos en un marco de respeto a la conciencia religiosa. A estas reuniones están invitados oficiales del gobierno, líderes religiosos y otras organizaciones que comparten el interés de hacer respetar este derecho humano fundamental.

Con todo, aunque no se vive aún un momento de manifiesta persecución religiosa, es oportuno invitar a la iglesia y a los lectores de este medio noticioso a la oración intercesora por los casos, aislados hasta el momento, de hermanos nuestros que son víctimas de actos de violencia.